Apareciste en mi vida casi por casualidad.
Formaste parte de mi.
Del mismo modo desapareciste.
Pasaste a formar parte de mi pasado.
Tan sólo cincuenta epístolas me mantenían unida a ti.
Creí olvidar lo que tus ojos me hacían sentir.
Casi por casualidad apareces de nuevo en mi vida.
Formas parte de mi.
Del mismo modo reapareces.
Necesito que formes parte de mi pasado.
Cincuenta epístolas debo olvidar.
Debo olvidar lo que tus ojos me hacen sentir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.
Tomadas de internet.
Tomadas de internet.
Es un largo camino el del olvido...
ResponderEliminarBesos, Sylvia.
Así es; y costoso, en ocasiones.
ResponderEliminarBesos, Eva.
dejalo pasar
ResponderEliminarmucho más que cincuenta epístolas forman parte de uds.
ResponderEliminarno hay como verse reflejado en los ojos de ese otro que justifica todo nuestro pasado.
yo también soy Sylvie ;) es mi segundo nombre.
No sé como llegué hasta su orilla, pero me quedo recorriéndola.
Bienvenida a mi mundo Rochitas.
ResponderEliminarQué difícil...se encoge el pecho al leerlo
ResponderEliminar