miércoles, 14 de marzo de 2012

Mamá

Son las siete.
Un dulce gorgojeo me recuerda que es hora de despertar.
Me libero del abrazo de Morfeo para caer en el de Deméter.
Memorizo cada una de tus  sonrisas;
cada una de tus facciones;
cada uno de tus gestos;
al tiempo que tú te sacias de mi.
Desearía que el tiempo permaneciera imperturbable y gozar de este momento de por vida.
Son las ocho.
Un afanado sonido en la cocina me recuerda que es hora de despertar.
Me libero del abrazo de Deméter para caer en el de Hera.
Cada uno de mis movimientos se torna mecánico; instintivo; rutinario.
Desearía que el tiempo se dilatara...
Son las nueve.
Un silencio sobrecogedor me recuerda el comienzo de un nuevo ciclo.
Me libero del abrazo de Hera para caer en el de Eris.

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No te vayas sin hacerte sentir...

Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.



Tomadas de internet.