jueves, 4 de octubre de 2012

Corazón negro




Acurrucado y exhausto tras la contienda.
Doliente y tembloroso tras arduo ahínco.
Suplicante e implorante ávido de conciencia.
Reclamando sosiego y perseverancia desde la más absoluta opacidad.
Mi pequeño corazón negro,
necesitado de candor y frescura.
De calma y estoicismo con la que afrontar con éxito la batalla.
Suspirando y envidiando en su recoveco.
Ideando la manera de alcanzar la albura.
Mi pequeño implorante corazón negro.
 
 


Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.



Tomadas de internet.