jueves, 3 de septiembre de 2015

Despertando

Un beso de la luna le hizo vibrar.
El sonido frenético de las olas le hizo reaccionar.
Una caricia desconocida temblar.
Mas no se atrevió a caminar.
No quiso arriesgarse a volar.
El miedo fue su guía.
Mas el amor de su interior
comenzaba a vibrar, a reaccionar, a temblar y por fin
a volar.
 


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No te vayas sin hacerte sentir...

Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.



Tomadas de internet.