Mi alma se arrodilla a tus pies cada vez que mi piel acaricias.
Mi cuerpo vibra ante una palabra tuya.
Son tus ojos los que inundan los míos y se desbordan por ti.
Eres capaz de leer mi interior con tan sólo mirarme.
No necesito palabras cuando estás a mi lado.
Mi alma se oscurece cuando tú me faltas.
Mi cuerpo se hiela cuando el silencio se apodera de ti.
Mis ojos sollozan cuando sin éxito te buscan en la noche.
Si tú no estás ya nadie busca en mi interior.
Sólo el silencio es mi compañero cuando te vas.