Sobre un mar de amapolas.
Rozando mi piel el dulce aroma de su corola;
supe que su color, era mi color.
Con todo tu amor sobre mi regazo.
Rozando mis manos el tierno abrazo de la inocencia;
supe que tu vida, era mi vida.
Bajo el cálido letargo de un sueño.
Rozando mis miedos lo absurdo;
supe que tu paz, era mi paz.
Con el rojo amapola entre mis dedos;
supe que tu amor, era mi amor.
entonces...no hay necesidad de más explicaciones
ResponderEliminarNoelplebeyo: Así es...
ResponderEliminarY que con ese color nunca se deje de sentir la pasión en los labios.
ResponderEliminarBesos.