¿Puede el amor convertirse en culpabilidad?
¿Puede un sentimiento puro tornarse turbio?
¿Se puede cambiar un "te quiero" por un "te lo dije"?
¿Puede cambiarse una mirada cómplice por una mirada a escondidas?
¿Puede ser el objeto de amor el enemigo?
Desgraciadamente.
No fui yo.
No era amor verdadero.
Fueron los reproches.
Se acabó la complicidad.
Apareció la desconfianza.
No fui yo. Fuimos los dos.
martes, 21 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.
Tomadas de internet.
Tomadas de internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te vayas sin hacerte sentir...