Estabas ante mí cuando alcé la mirada y no supe cómo reaccionar. Me sentí desnuda ante tí, insignificante, vulnerable... Me embrujó tu sonrisa y me cautivó tu palabra. La complicidad que nos unió desde el primer momento me hizo pensar más allá de mí misma. Bailé tu compás. Tú marcabas las notas y yo obedecía. Un roce, una sonrisa, una mirada, un gesto...Todo parecía fluir. Pero todo sueño tiene su despertar; toda luz su oscuridad y toda fantasía su realidad. Cómo desenredar esta maraña de sentimientos es ahora mi día a día; cómo acallar las mariposas, cómo aparentar sin sentir, y cómo sentir sin aparentar.
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Las ilustraciones que acompañan mis pensamientos son de Suzanee Woolcott.
Tomadas de internet.
Tomadas de internet.
"Pero todo sueño tiene su despertar; toda luz su oscuridad y toda fantasía su realidad. Cómo desenredar esta maraña de sentimientos es ahora mi día a día; cómo acallar las mariposas, cómo aparentar sin sentir, y cómo sentir sin aparentar"
ResponderEliminarUooo... me encanta.
Pero sabes? No hay nada sin su opuesto, eso es un hecho.
Pero en cuestión de sentir, deja las aparaciencias a un lado,
puesto que sentir sin aparentar no sirve más que para un autoengaño.
Las mariposas no callan, vuelan...
M.José
es lo que tienen las crisálidas
ResponderEliminarQuizá las crisálidas de John Wyndham tengan mucho que ver a la hora de acallar sentimientos, como bien apunta Noelplebeyo. Difíciles de acallar e imposible emprender el vuelo
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